El primer teniente Jake Osore fue destinado a la operación afgana después de enterarse de que su esposa estaba embarazada. El conocimiento del futuro padre de que no podría cuidar a su esposa durante el embarazo le rompió el corazón. Una vez que fue desplegado, el soldado se enteró de que podía volver a casa para el 𝐛𝐢𝐫𝐭𝐡. Fue una pipa de trompo hace meses, pero el 12 de mayo, el camarada de Osorpe vino y le dijo que empacara sus banderas. Lo dejaron en casa o en libertad para que tuviera tiempo de volver a casa y encontrarse con su hermano mayor.
“Rodeé el recinto… y me quedé congelado en la puerta. No sabía qué decir. Me reía como una pequeña colegiala”, recordó OsƄorpe cuando vio a su hijo por primera vez. “Era real, como algo que alguna vez había sentido”. Cuando finalmente sostiene el 𝑏𝑎𝑏𝑦, está completamente asombrado. Su familia miró fijamente, mientras todos derramaban lágrimas de alegría.
Tanto мoм como 𝑏𝑎𝑏𝑦 están sanos. Felicitaciones a los nuevos padres. Ya podemos decir que esto se va a convertir en un niño mimado. Estas reconfortantes reuniones hablan del anhelo universal de paz, donde las familias puedan permanecer unidas y los seres queridos puedan dar la bienvenida a sus héroes sin miedo ni separación. Mientras celebramos el regreso de nuestros soldados a sus familias, renovemos nuestro compromiso de trabajar por un mundo donde la paz y la seguridad sean la norma. Es un recordatorio de que debemos valorar los sacrificios hechos por el bien de la paz y apreciar la braʋery de quienes protegen nuestras naciones.
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