Sin embargo, los bebés prematuros pueden pesar menos de 5,5 libras (2,5 kilogramos), mientras que los bebés más grandes pueden pesar más de 8,8 libras (4 kilogramos).
Es importante tener en cuenta que el peso de un bebé al nacer no siempre es un indicador de su salud y desarrollo general. Los controles regulares con un pediatra ayudan a garantizar que un bebé esté creciendo y desarrollándose adecuadamente.